Cada día, desafortunadamente, en los medios leemos noticias alarmantes acerca de accidentes de coche provocados por conductores ebrios. A pesar de multas, sanciones y procesos penales a cargo de personas irresponsables que se meten al volante a pesar de haber ingerido grandes cantidades de alcohol, el número de las victimas de esta imprudencia sigue siendo muy alto. Según algunos datos publicados por la DGT, en 2018 fallecieron 1806 personas en accidentes de tráfico. El 21% de estos sucesos fue provocado por el consumo del alcohol o drogas: estamos hablando de unas 380 victimas.
Sin embargo, a partir de 2022 los nuevos coches tendrán que estar equipados con una serie de nuevos sistemas de seguridad obligatorios y aprobados por la Unión Europea. No hablamos solamente de sensores o ‘pilotos automáticos’, sino también de dispositivos que impedirán que el coche arranque si estás borracho.
Un problema cultural
Dejando a un lado la mala influencia de cine y TV que, a menudo, asocian el consumo de alcohol con la forma más rápida para afrontar los problemas personales y de socialización de los protagonistas de determinadas películas, en muchos países el consumo de estas bebidas se considera como algo normal y, en algunos casos, es posible justificarlos con condiciones climáticas adversas. Entre los 28 estados miembros de la Unión Europea, estos son los 10 países donde se consuma más alcohol: Lituania, Rumania, Hungría, Eslovaquia, Portugal, Polonia, Letonia, Finlandia, Francia, Croacia.
Conducir en estado de ebriedad es una de las principales causas de accidentes de tráfico, y su prevención y represión absorben enormes recursos, sin mencionar el sufrimiento y la pérdida causados por los accidentes. Los nuevos sistemas de seguridad serán cruciales para que el numero de las víctimas baje progresivamente.
Los sistemas de seguridad obligatorios desde 2022
Entre los dispositivos obligatorios previstos por la Unión Europea, habrá un sistema inteligente de adaptación de velocidad, que notifica al conductor si está superando el límite de velocidad a través de la vibración del pedal del acelerador. Será añadido también un detector de fatiga del conductor y varias tecnologías anti-distracción, que verifican si hay una disminución en la atención del conductor.
Además de las luces de freno adaptativas para el frenado de emergencia, que indican a los vehículos que siguen si lo que los precedió tuvo que frenar repentinamente a través del parpadeo de las luces de freno, y la cámara de visión trasera que detecta la presencia de personas y objetos evitando la colisión. También se requerirán sistemas de monitoreo de la presión de los neumáticos, que estiman los niveles de presión de los neumáticos y advierten al conductor en caso de anomalías.
Será presente en los vehículos una especial caja negra, que registrará los datos relevantes del coche mientras conduces y, sobre todo, antes, durante y después de un accidente automovilístico.
AlcoLock: si has bebido, el coche no arranca
Todo esto sin olvidarnos de los dispositivos AlcoLock que evitan conducir en estado de ebriedad. El conductor tendrás que soplar en el dispositivo AlcoLock antes de poder arrancar el motor. Además de analizar y evaluar la cantidad de alcohol presente en la sangre, este ulterior sistema de seguridad permitirá recopilar datos estadísticos interesantes para la prevención de accidentes.
Más dispositivos para el transporte público
Además de los requisitos generales y los sistemas existentes, los vehículos comerciales pesados y los autobuses también deberán estar equipados con dispositivos para ampliar la visión directa del conductor, de modo que pueda ver a los usuarios vulnerables de la carretera sin tener que usar espejos o cámaras de video, como ciclistas y peatones que podrían encontrarse a pocos centímetros de distancia.